De timbres, arte y bicicletas

abril – agosto 2011

Colección Areli Carreón y MUFI,.

Desde Barbados hasta Luxemburgo y la India hasta Canadá, la naturaleza simbólica de la bicicleta se mantiene firme: crear una extensión corporal física alentada por la propulsión humana que permita el transporte y vuelo de la imaginación. Por otro lado, las características tangibles de una bicicleta -en sus dimensiones extravagantes y formas singulares- hacen de este medio de transporte, un objeto no sólo plausible de colección: es también, un medio que incluso hoy en día, figura como modelo de transporte revolucionario en países cuya salud ambiental, la crisis los consume.

El Museo de Filatelia, en colaboración con Mundo Ceiba y la participación de la artista visual Ana Santos, presentan la exposición titulada Bicicletas. Compuesta por más de 600 timbres postales provenientes de la colección Areli Carreón, esta exhibición nos da un acercamiento a las diversas significaciones y usos que culturas de diversas latitudes le han otorgado a la bicicleta.

De manera paralela, la instalación de Ana Santos Como tocar al viento constituye la parte lúdica de esta exposición: una bicicleta y una proyección, nos sugieren de manera afable, romper el límite de lo real y tomar como ruta el rastro que ha dejado colectivo imaginario montado en bicicleta. Por otro lado, la obra pictórica Postal de vuelo, es una aportación más de Ana Santos, cuya dimensión, se impone en contraste con los pequeños trozos de papel montados cuidadosamente en algunos rines de bicicletas.

Estas piezas filatélicas, constituyen un importante acervo gráfico e histórico, el cual, nos permite conocer la perspectiva “bicicletera” de países e islas pequeñas como Luxemburgo y Barbados respectivamente. Son también partícipes a través de estos sellos, países como Hungría, Italia, México, Checoslovaquia, Estados Unidos o Suecia por mencionar sólo algunos.

La riqueza cultural que arrojan estos timbres, dan la facilidad de pensar en las utilidades que cada país le daba a este medio, de tal forma que encontramos algo más que el panorama clásico del cartero, descubrimos también a las mujeres acróbatas en monociclo, al militar en bicicleta, o incluso, más exótico, al chimpancé de Mongolia mostrando su destreza en el uso de este medio popular.

Cada kilómetro que transcurre de esta exposición, amplía el panorama del mundo “bicicletero”